La fabricación actual ha dejado de ser simplemente la manufactura de productos físicos. Los cambios en la demanda de los clientes, la naturaleza de los productos, el impacto medioambiental, los recursos de materias primas y energéticos y el impacto económico en la cadena de producción han provocado un cambio radical en la forma de hacer negocios de las empresas manufactureras. Los clientes demandan personalización y dicha individualización provoca que la relación entre cliente y fabricante sea cada vez más cercana.

La adición de sensores y conectividad en los productos convierte a éstos de “pasivos” a productos inteligentes, interconectados y con servicios asociados de alto valor añadido, lo que favorece la fidelización de los clientes en último término. Del mismo modo en que las tecnologías continúan avanzando, las barreras para la entrada, comercialización y aprendizaje tecnológico están desapareciendo, promoviendo que empresas pequeñas adopten modelos de fabricación innovadores -fabricación local distribuida a pequeña escala, conectando diferentes ecosistemas y facilitando una fabricación ágil.

Con sus aproximadamente 20 sectores industriales, la Fabricación Avanzada constituye la espina dorsal de la economía internacional y de muchos países de la Unión Europea, entre ellos España. El descenso de la actividad inmobiliaria y de construcción en España junto a la irrupción de países de bajo coste, han motivado que la industria manufacturera se constituya como motor de la economía nacional, contribuyendo como ningún otro sector a fortalecer la “Marca España“ en el contexto de una economía globalizada.

Son muchas las Comunidades Autónomas que han identificado directamente las Tecnologías de Fabricación Avanzada (bienes de equipo, procesos, periféricos) dentro de sus Estrategias de Especialización Inteligente RIS3. Otras CCAA han optado por identificar sectores industriales (aeronáutica, automoción, bienes de consumo, ferrocarril), en los cuales, si bien la fabricación avanzada no es el fin último, tiene un alto impacto en el marco de la competitividad de las empresas, el coste económico o el impacto medioambiental.

Conceptos tan en boga como el Internet de las Cosas, los Sistemas Ciber-físicos, la inteligencia artificial, los cobots o la computación en la nube han pasado a ser moneda de uso común en el diseño y desarrollo de nuevos productos y servicios y en el proceso de digitalización de los sistemas de fabricación.

Las inversiones en I+D+i son solo relevantes desde el punto de vista económico y social si son capaces de generar valor para las empresas y la sociedad, a través de la creación y explotación de nuevos productos, servicios, modelos de negocio y procesos, el desarrollo de nuevo conocimiento y habilidades o la generación de nuevos y mejores puestos de trabajo.

Este documento tiene por objeto responder a estas necesidades, identificando las áreas de desarrollo tecnológico más acuciantes para el sector manufacturero español, las deficiencias del actual ecosistema, los retos y oportunidades y el impacto que la adopción de estas tecnologías pudiera tener en el tejido manufacturero español.

Esta Agenda de Prioridades Estratégicas ha sido el fruto de un proceso de reflexión realizado en el marco de la Plataforma Española de Fabricación Avanzada MANU-KET, en el cual han participado actores relevantes de los tres vértices del triángulo del conocimiento: investigación, universidad y empresa, aportando la visión de los retos estratégicos identificados en cinco sectores industriales de alto impacto en la economía española: Bienes de Equipo, Aeronáutica, Automoción, Ferrocarril y Bienes de Consumo.

 

La Agenda de Prioridades Estratégicas de MANU-KET se puede descargar a través del siguiente enlace.